viernes, 15 de julio de 2011

Práctica Semana 10: El Gato con Botas

El Gato con Botas y las Relaciones Públicas


El menos de tres hermanos tuvo que enfrentar una crisis, para la cual no sabía que hacer. El gato, siendo un personaje tan astuto ideó una elaborada estrategia para encarar la situación y obtener resultados substanciosos para su amo. Aquí hay una similitud con un relacionista público. Pudo analizar la situación, planear y ejecutar de manera exitosa la crisis que se presentó. Veamos además el gran poder de convencimiento que presenta el felino. Logró convencer a su amo de que su herencia no era tan desdichada como este último lo creía y se libró de una muerte aterradora.

Este es un gato con estilo. Es graciosos ver cómo incluso una criatura considerada por la mayoría como inferior hace uso de la etiqueta para fundirse en el entorno e imitar características reservadas para los humanos. Esta personificación sin duda le dio más credibilidad cuando tuvo que posarse ante figuras de gran estima social como el rey.

Los obsequios son parte importante de las estrategias usadas por los RRPP para reforzar las relaciones entre las partes. El gato hizo uso de esta técnica para atraer paulatinamente la atención del rey y promover la imagen del Marqués de Carabás a su favor. 

A lo largo del trayecto hacia el castillo, el gato, como todo buen estratega, gestionó la crisis al adelantarse al carruaje y persuadir a los campesinos para que respondan a su placer. A pesar de que su estrategia fue un tanto violenta, usó todos los recursos a su disposición; acción que emplearía un buen relacionista público para combatir eficazmente cualquier crisis. 

El gato jamás perdió de vista su objetivo: ganarse la confianza del rey persuadirlo de entregar a su hija en matrimonio. Para ello intenta reforzar la imagen de su amo convirtiéndose en el vocero de su nombre. Los campesinos no tenían la más mínima idea de quién era el Sr. Marqués; pero de cualquier forma su nombre se promulgó haciéndole poseedor temporal de aquellas tierras. Finalmente, su encuentro con el ogro resultó ser igualmente fructífero. Logró engañar a una criatura la cual es por naturaleza salvaje y la transformó en un ratón inofensivo, lo que demuestra que las palabras son tan poderosas que son capaces de derrumbar hasta al más intimidante de los individuos. Como todo buen maestro de ceremonias, le da la bienvenida cordial al rey el cual se deleita con un gran banquete, clásico del protocolo que se mantiene aún hasta nuestros días.   



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